miércoles, 2 de febrero de 2011

La Verdad que te Alegra la Vida

La vida es un viaje de un punto A a un punto B, sucede que también se pasa por C, D, W, 46 y El Chuy. Pero la pregunta que todos seguramente nos hemos hecho en algún momento de este viaje, seguramente cuando vamos por la ruta y solo hay una infinidad de pradera con el eventual arbol y las tan animadas vacas, nuestras primas bovinas. es la siguiente ¿Realmente soy yo? ¿Como puedo estar seguro de que yo soy el mismo de ayer? ¿Es posible que al dormir muere mi consciente y se despierta mi cuerpo con un nuevo consciente con mis recuerdos?
Obvio, a todos nos preocupa esto. Pues es de suma relevancia y afecta profundamente nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta. Muchas veces son las cosas chicas las que generan una mayor reacción.
 Por ejemplo 

También es fácil caer en la pesadilla existencial y quedar atrapado en la isla del solipsismo en el océano de la duda. Ser solipsista es ser agnóstico de la realidad, lo cual no está mal, después de todo, hay muchas cosas que no se puede afirmar o negar su existencia, como los hombres topo o si alguna vez realmente usé calzoncillos.Pero hay cosas de las que si podemos estar seguros, oh si señor, verdades absolutas del universo, y es que cuando estamos atrapados entre los fríos tentáculos de la inseguridad, siendo jalados hacia la interminable boca del horror que es la ignorancia, siendo regurjitados junto al bolo alimenticio del caos por el jugo gástrico de la entropía y la saliva repleta de cambio y ptialina. Y es que como un pájaro que que reparte pizzas libre por el subte de Buenos Aires, el Coplantblog siempre será nuestro pequeño faro de sabiduría en el medio de la carretera de la ignorancia.