jueves, 28 de octubre de 2010

La Vida - La eterna lucha del hombre

¿Que es "crecer"? El hombre nace, si, da sus primeros pasos, pronuncia sus primeras palabras, con el tiempo, se vuelve consciente de si mismo y cual ave, sacude sus alas y vuela lejos del hogar.

Pero el hombre, intentando volar se estrella contra las paredes de vidrio de el mundo que lo rodea y que nunca las pudo ver porque nadie le dijo que estaban ahí y en última instancia, porque el hombre es, a falta de mejor termino, pelotudo.

¿A quien debe culpar el hombre?¿A sus padres por ocultarle la verdad?¿A la sociedad por levantar los invisibles muros de perdición infinita y tortuosa e inevitable derrota?¿A el mismo acaso?¿O tal vez a los limpiadores que dejan los vidrios tan limpios que no te dejan ver que realmente están ahí?

Antes de que ustedes, queridos lectores se embarquen en una cruzada sangrienta contra los distintos gremios de trabajadores de limpieza quiero que recuerden que fue solo una metafora, aparte, los empleos de limpieza muchas veces son trabajos fáciles de hacer, algunos no requieren de mucho tiempo de aprendizaje y en la mayor parte de los casos están mal remunerados, así que por cada limpia vidrios que maten deben haber por lo menos dos esperando a tomar su empleo. Si hay algo que el starcraft me enseño, es que no se puede luchar contra los zergs.


Arriba: Típico trabajador de limpieza

El hombre nace rebelde y la sociedad lo forja, lo amolda a los estándares de su época.
El hombre resiste los intentos de la sociedad e intenta expresar su individualidad y su sentimiento único de rebeldía inconformista. Pero la vida nos toma de los testículos y los ata al parachoque trasero de un camión que recorre a 96Km/h la carretera llamada civilizavión.

martes, 26 de octubre de 2010

Mi sueño del domingo

Consideremos esto como un post introductorio a lo que pretendo sea un blog centrado en mi persona, lo que considero entretenimiento y algunas veces, bilingüe.

Normalmente tengo sueños extraños, pero le del domingo fue un poco más raro del común de mis aventuras subconscientes.

Mis recuerdos del sueño comienzan conmigo esperando un ómnibus en una parada común y corriente, para mi sorpresa un compañero de trabajo lo está manejando, todo el viaje traté de convencerlo de que hiciera un recorrido distinto así podía bajarme frente a casa pero no me hizo caso, por suerte me bajé frente a la entrada de facultad, donde me esperaban dos amigos a quienes me voy a referir como Elessar y Fostire de aquí en adelante. Lo curioso es que ninguno de ellos va a mi facultad sin embargo me iban a acompañar en un viaje a Japón organizado por la institución.


Antes de viajar teníamos que pagar el pasaje en la Cámara de Senadores ubicada en el Palacio Peñarol.

Llegamos casi inmediatamente a nuestro destino (ni siquiera me acuerdo de haberme subido a un avión). Lo primero que noté fue que todos los japoneses estaban disfrazados de algo. Nos subimos a un ómnibus (ahora me parece raro que la mitad del sueño lo haya pasado en un omnibus). En este ómnibus una chica con disfraz de un personaje de un anime que nunca vi, que no sé como se llama, de que trata o algún tipo de información pertinente a la hora de identificarlo nos dio charla durante el viaje, pero nos aburrimos rápido de Japón y volvimos al aeropuerto. Cuando llegamos nos encontramos con Sherlock Holmes, que por alguna razón, en el sueño, Fostire resultó ser su fan número uno. Tan impresionado estaba con nosotros que nos contrató como asistentes y nos llevó a Inglaterra.

Ahí estábamos a cargo de la seguridad de su casa, instalamos metralletas y morteros automáticos en el jardín y en mi tiempo libre me fui al fondo del mismo donde encontré un grupo de mudkips, saqué dos pokebolas del bolsillo y atrapé a un macho y una hembra, la hembra en particular era brillante y de color raro.

Mudkip en su estado natural de genialidad

Fin del sueño.